lunes, 12 de marzo de 2018

EL PAPEL DE LA MUJER COMO ARTISTA EN EL RENACIMIENTO Y EL BARROCO

Durante el  el Renacimiento y Barroco hubo un cambio en el pensamiento de la sociedad y valoración de los artistas. Esto reducía las trabas a la hora de la participación femenina en el ámbito del arte, pintura, arquitectura y escultura.
Para que las mujeres fueran artistas debían tener una buena formación. Podemos diferenciar dos ámbitos, las mujeres nobles o burguesas, las cuales aprendían las disciplinas artísticas con maestros, y las mujeres de clase más baja, las cuales se formaban en talleres familiares.


Pese a esto, podemos destacar grandes artistas de estas épocas. No obstante, debido a la sociedad, se sigue dando más importancia a los artistas masculinos, ya que sus obras son más estudiadas y por tanto, más conocidas.


SOFONISBA ANGUISSOLA (1535-1625).


Fue una pintora italiana, y está considerada la primera mujer pintora de éxito del Renacimiento. Sus principales trabajos eran los retratos. A la edad de 27 años se mudó a España, y supuso un puente importante entre el retrato italiano y el español. Gracias a su trayectoria, varias mujeres que habían sido excluidas de la escuela pudieron inspirarse para dedicarse también al arte. Podemos decir que fue un símbolo muy importante para la mujer en el arte del Renacimiento, ya que en esta etapa, la mujer estaba excluida por imposición del mundo del arte visual. Algunos ejemplos de artistas a las que inspiró son Lavinia Fontana y Artemisa Gentileschi, de las cuales hablaremos más adelante.


Retrato de la reina Isabel de Valois (1565)

Esta obra es un óleo sobre lienzo, que podemos encontrar actualmente en el Museo del Prado de Madrid. Se trata de un retrato muy famoso, ya que fue su obra más copiada en España. Fue una autora muy solicitada, sobre todo en el mundo del retrato, y entre 1560 y 1570 trabajó para la corte española de Felipe II, período al cual pertenece la obra que estamos comentando. En cuanto a la temática de la obra, observamos claramente que se trata de su género estrella, el retrato.
Podemos destacar otras obras como:

Autoretrato (1956)


Elena Anguissola (1951)







El juego de ajedrez (1955)



ELISABETTA SIRANI (1638-1665)

Pintora italiana del siglo XVII, perteneciente al estilo barroco. Elisabetta Sirani fue una de las últimas representantes de la escuela boloñesa. Consiguiendo un reconocimiento de sus derechos y siendo internacionalmente conocida.

Esta artista, al igual que muchas otras, consiguió la formación artística con la ayuda de su padre, el cual seguía el estilo del artista Guido Reni. A lo largo de los años, su padre enfermó y fue la pintora la que tuvo que hacerse cargo del taller. Este alcanzó fama y fue visitado por muchas personas interesadas en su arte.
Sirani destacó en pintura, dibujo y grabado. Además, realizó retratos y autorretratos, aplicando temas religiosos e históricos en la mayoría de sus obras. No obstante, también se dedicó a diversos campos, como  la música y la poesía.

Porcia hiriéndose en el muslo, 1664
El bautismo de Cristo , 1658

Virgen con el Niño (1663)

La artista trabajó para la nobleza y entre sus clientes podemos encontrar al Gran Duque de Cosimo III, el Príncipe Leopoldo y el Príncipe Heredero de la Toscana.


A causa de su reconocimiento internacional, en la actualidad algunas de sus obras se encuentran en museos como: La Pinacoteca Nacional de Bolonia, La Galeria de Uffici o el Museo Nacional de Mujeres en el Arte en Washington.

En este breve vídeo se destacan algunas de sus obras:


Autorretrato, 1658 Museo Pushkin, Moscú.



ARTEMISIA GENTILESCHI (1593-1656)        
                                              
Pintora barroca que aprendió el arte gracias a su padre, Orazio Gentileschi, seguidor de Caravaggio.  Aprendió de su padre la utilización de la técnica del claroscuro,característica del tenebrismo.
Artemisa fue la primera mujer que accedió a la Academia de Dibujo de Florencia. Consiguiendo trabajar para personajes importantes como Galileo Galilei, la duquesa Cristina y el duque Cosimo II de Médici. Además, trabajó para Buonarotti, el cual le encargó una pintura de techo de la Casa Buonarroti.

Al cabo de los años se mudó a Nápoles y fue muy apreciada por el Virrey Duque de Alcalá y el pintor Màximo Stazione. Después, se trasladó a Londres y pudo trabajar en la corte de Carlos I de Inglaterra con su padre, ayudando a decorar uno de los techos de la vivienda Enriqueta María de Francia.

La artista destaca por ser la primera pintora feminista, los temas de su obra son violentos donde se muestran sus inquietudes, espirituales, desde un punto de vista sentimental y con un mayor acercamiento a la penitencia.



Judith y su doncella, 1619, Palazzo Pitti, Florencia.



Autorretrato como alegoría a la pintura. Óleo sobre lienzo. Royal collection.






Susana y los viejos, 1610, colección Schönborn en Pommersfelden). El cuadro muestra cómo Artemisia había asimilado el realismo de Caravaggio sin permanecer indiferente al lenguaje de la escuela de Bolonia,

A lo largo de su producción, Artemisia hizo diferentes versiones de la misma obra. Un ejemplo es Judith decapitando a Holofernes, que se puede encontrar en la Galería Uffizi, de Florencia. Otro ejemplo es María Magdalena como Melancolía, cuya primera versión se halla en la Sala del Tesoro de la Catedral de Sevilla; la segunda se localiza en el Museo Soumaya, en la Ciudad de México. No obstante, hay pequeñas diferencias.





María Magdalena como Melancolía
(Sala del Tesoro, Catedral de Sevilla, España) 
Judith decapitando a Holofernes (1620). Óleo
sobre lienzo. Galleria degli Uffizi, Florencia



LAVINIA FONTANA (1552-1614).



Lavinia Fontana fue hija de otro famoso pintor, Prospero Fontana, por lo tanto la pasión por el arte y la pintura le venía de familia. Al igual que su padre, se desarrolló bastante en el género del retrato. Cabe destacar también su gran influencia de la artista Sofonisba Anguissola, de la que hemos hablado anteriormente, quien gracias a su reivindicación de las mujeres en el arte, inspiró a Lavinia a luchar por su sueño y su vocación.

Lavinia se casó con un discípulo de su padre, y a diferencia de lo que solía ser habitual en la época, ella era quien sustentaba la casa económicamente, limitándose su marido a ayudarla en su trabajo y en sus obras.

Con el paso del tiempo, sus obras abandonaron el manierismo con el que comenzaron, para convertirse en obras más clasicistas.

Doble Retrato de Matrimonio (1577-1585).


Esta obra ha sido atribuida históricamente a Benvenuto Tisi Il Garófalo, pero estudios recientes han demostrado que la obra pertenece realmente a Lavinia Fontana. Lavinia fue pintora oficial de la Corte del Papa Clemente VIII, donde dedicó la mayor parte de su vida. En este cuadro podemos observar características similares a las del resto de su obra, y su género estrella, el retrato. El hombre que aparece en la imagen es el también pintor Gian Paolo Zappi, con el que se casó en 1577.

Retrato de Antonietta González (1595).

Retrato de Gerolamo Mercuriale (1589).


Retrato de Mujer con Perro (1614).


Caterina Van Hemessen


Resultado de imagen de caterina van hemessen fotoNace en Bélgica, el año 1528. Se trata de una de las escasas pintoras que adquirieron su formación en el seno familiar. Caterina estudió en el taller de su padre Jan Sanders van Hemessen. Además es la primera pintora flamenca en dejar una producción cuya autoría es demostrable.


Ganó gran reconocimiento al trabajar para la reina María de Hungría. Trabajó en su corte realizando retratos en miniatura de importantes cortesanos, además de obras de temática religiosa que muestran la influencia paterna.Poco después de casarse, viajó a España con su marido bajo la protección de la reina.






Se sabe de la existencia de diez trabajos firmados y fechados por la artista, entre los que se cuentan seis retratos, un autorretrato y pinturas religiosas basadas en hechos históricos, con escenas que muestran grandes grupos de figuras.

Su estilo se caracteriza por fondos oscuros o neutros, con una tendencia al detalle  debido a su formación como miniaturista.



Autorretrato de Caterina van Hemessen (1548). Óleo sobre lienzo.
Öffentliche Kunstsammlung (Museo de Arte), Basilea.



“Su auto retrato la muestra en el momento en que está por pintar y sostiene sus elementos de trabajo. Por esta obra se la distingue como una pionera en la realización de este tipo de autorretrato, en el que se ve al autor pintando.”


Se trata de la hermana de Caterina, a quien representa de forma muy realista, y cuyo rostro está completamente centrado en la música y en el instrumento que toca.

Girl at the Virginal, 1548 (Joven tañendo un instrumento). Óleo.
Museo Wallraf-Richartz, Alemania.




Ginevra Cantofoli



Fue una pintora italiana perteneciente a la época del Barroco de imágenes religiosas y alegorías. Nació en Bologna en el año 1618 y estudió en “l’Accademia del disegno” de Elisabetta Sirani. Murió en su ciudad natal en 1672.


Produjo muchas obras, aunque muchas de ellas se perdieron. La mayoría de sus obras se centran en figuras femeninas. Un ejemplo, es la Sibilla, conservada en el Palacio de Barberini de Roma, que se ha atribuido a la mano de Guido Reni pero según otras fuentes, fue obra de Cantofoli.


Su obra se centra en dos temática:



  • Religiosa: en su ciudad natal pintó diversas obras entre las que destacan:


Retablos de la “Última cena” para la iglesia de San Procolo.

“Santo Tomás de Villanueva” para la basílica de San Giacomo Maggiore.


Alegórica/mitológica


Retrato “Ninfa Marina”